El mito griego de Ícaro cuenta que Dédalo y su hijo Ícaro eran prisioneros en Creta. Dédalo construyó unas alas con plumas y cera de abejas para que pudieran escapar, y advirtió a Ícaro de que no volara ni demasiado bajo ni demasiado alto, porque tanto el agua del mar como el sol eran peligrosos. Sin embargo, Ícaro no le hizo caso y se acercó demasiado al sol, de modo que se le derritió la cera y se precipitó a su muerte. 

Es una historia de valentía y arrogancia, pero también de una creatividad única, del deseo de superar los límites para crear algo casi imposible. Y esa es la idea que inspiró esta colección, que aúna diseños únicos y creativos con maravillas de la técnica y combinaciones de materiales que nunca se habían incorporado a los revestimientos murales de esta manera. La colección Icarus es sinónimo de diseños innovadores que celebran la artesanía y redefinen los límites de lo posible.